Hacking Ético : ¿Qué es?


¿Qué es el Hacking Ético?


El Ethical Hacking, también conocido como White Hacking, es una práctica fundamental en el ámbito de la ciberseguridad. Implica el uso ético de habilidades informáticas para identificar vulnerabilidades en sistemas y redes. A diferencia del hacking con intenciones maliciosas, el objetivo de esta práctica es reforzar la seguridad cibernética y prevenir posibles ataques.

 La historia del hacking ético se remonta a la evolución del mismo hacking. Aunque la primera vez que se mencionó el término "hacking ético" fue en 1995 por John Patrick, vicepresidente de IBM (International Business Machines Corporation), sus raíces se remontan a los años 60 en el Instituto Tecnológico de Massachusetts, donde en aquel entonces, "hacking" se refería al descubrimiento de mejoras creativas para mejorar sistemas y máquinas, sin las connotaciones negativas actuales.

En la década de 1970, con la popularización de los ordenadores, se originaron los "phreakers", quienes manipulaban sistemas de telecomunicaciones como las redes telefónicas. Paralelamente, equipos técnicos trabajaban para gobiernos y empresas, buscando vulnerabilidades en estos sistemas para fortalecer su seguridad. Sin embargo, en las décadas de 1980 y 1990, se popularizó el término “hacking” con connotaciones delictivas debido a un aumento de la piratería informática y los hackers de sombrero negro.

A pesar de esta popularidad, los hackers éticos se mantuvieron enfocados en mejorar la seguridad de sistemas y redes. Su colaboración con empresas u organizaciones interesadas en evaluar la solidez de sus sistemas informáticos es vital. Detectan puntos vulnerables y los solucionan antes de que puedan ser explotados por hackers maliciosos. Para llevar a cabo esta evaluación, se emplean una variedad de herramientas y técnicas para realizar ataques simulados. Además de su enfoque reactivo, el hacking ético promueve una mentalidad proactiva hacia la seguridad digital. Al comprender las motivaciones y tácticas de los hackers maliciosos, las empresas pueden anticipar posibles amenazas y desarrollar estrategias adecuadas para mitigar riesgos.

La importancia del hacking ético en la protección de las empresas y organizaciones es innegable. Aquellas que no cuentan con servicios de hacking ético corren el riesgo de sufrir graves consecuencias, como pérdida de datos confidenciales, daños a la reputación y pérdidas financieras significativas. Empresas mundialmente reconocidas como Google, Facebook, Microsoft y Amazon han reconocido esta importancia y han incorporado equipos de hackers éticos o han contratado servicios de empresas especializadas en seguridad cibernética para proteger sus activos digitales.










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